En los últimos años se ha incrementado drásticamente la aparición de hernias de disco en pacientes jóvenes de los 17 hasta los 35 años de edad. La zona más común en la que aparecen es en la región lumbar, en donde una vez que se sale el núcleo pulposo del disco intervertebral, éste genera dolor al tener contacto con los nervios y tejidos. Además puede llegar a comprimir las raíces nerviosas y esto produce la ciática.
A los jóvenes, que por sus actividades cotidianas cargan cosas pesadas, trabajan mucho tiempo con una mala postura o sentados y que no realizan actividad física ni llevan una dieta saludable, se les recomienda que comiencen a realizar un programa de ejercicio para fortalecer la espalda y el uso de herramientas ortopédicas como Cordus y Sacrus para relajar los músculos más profundos de la espalda y evitar las contracturas que son el origen de las hernias discales y de muchos otros padecimientos que ocasionan dolor de espalda.
A los pacientes a los que se les detecta una hernia de disco, se les recomienda perder peso para evitar que la columna soporte demasiada presión y para permitir el fortalecimiento e higiene postural de la espalda.
Puede llegar a pasar algo más grave, que el disco intervertebral se sobrecargue demasiado y el anillo fibroso se rompa. Si el anillo se rompe, el núcleo pulposo sale y esto provoca dolor y otras molestias. Esto puede se la consecuencia de un accidente traumático, una caída de sentón o una sobrecarga continua.
Los pacientes con hernias discales en la zona lumbar refieren tener dolor u hormigueos en la espalda baja, que se extiende hacia la zona del glúteo y baja hacia la pierna en la parte de atrás, llega hasta el talón e incluso los dedos del pie, al grado de no poder caminar ni moverse con facilidad.
También pueden presentan un problema que se llama claudicación intermitente, esto es cuando el paciente camina bien por un tiempo y después tiene un fuerte dolor que lo limita o le impide seguir caminando. Este dolor nobles permite correr, dar pasos largos, la persona además tiene hormigueo, sensación de calambre y disminución de la fuerza en alguna o en las dos piernas. En caso de que el paciente NO se atienda la hernia discal puede quedar con una discapacidad funcional permanente. Sin embargo, la gran mayoría de los casos de hernias discales pueden aliviarse una intervención quirúrgica, solo el 4% de los casos son tan graves para requerir una cirugía. Se le recomienda a los pacientes hacer ejercicio para fortalecer la musculatura y usar los dispositivos CORDUS SACRUS, que no son invasivos y tienen la ventaja de que el paciente los puede aplicar él mismo desde la comodidad de su casa.
Cuando exista una protusión discal, se le pide a los pacientes que sean sumamente disciplinados con la recomendaciones del médico, mantener una buena postura para columna, evitar las cargas pesadas para que el disco no llegue a romperse.
Cuando el anillo fibroso se ha roto, la cirugía es prácticamente inevitable ya que no hay manera de regenerar el disco naturalmente. Por esta razón las hernias discales deben tratarse a tiempo antes de que sea demasiado tarde.